viernes, 5 de julio de 2013

Una vuelta y listo...

"Una vuelta y listo". Así de fácil nos explicaban nuestros padres cómo atarnos las zapatillas. Eso sí, sin importar las vueltas que diéramos con los cordones, nunca era solo una vuelta. Algo que nos hacían percibir como sencillo y que en el interior contenía cierta dificultad mayor. Y en esto radica de lo que quiero hablar  hoy. La imprevisibilidad de lo complejo y lo simple que esto parece a primera vista. Hoy, cuando volvía de la facultad (a la cual había ido simplemente para entregar un parcial y para nada más... vaya suerte) me encontré con un compañero que había tenido un examen de gramática el día anterior y entonces, aproveché la oportunidad y le pregunté cómo le fue. Me respondió, con una mueca en situación de desengaño y desilusión, que simplemente le había ido fatal... Y no en el buen sentido de la palabra. Cabe decir que amo esa materia y me parece que es una de las materias más interesantes de la carrera (futuro lingüista hablando, ejem...), y por lo tanto no podía entender cómo le había ido mal si había estudiado. Lo que pasó fue que le habían tomado un tema (complementos y adjuntos del sintagma verbal), el cual él daba por sentado que sería de manera práctica con el análisis sintáctico, en forma teórica. Cuando me dijo eso, yo lo miré en una nota cómplice y con una mirada prejuiciosa mencioné que si sabía aplicarlo en el análisis, por qué no podía teorizarlo. Y en ese momento la duda e inconsistencia se hicieron presentes, pero no en él sino en mí, cuando inútilmente intenté esbozar una definición de la pregunta que le habían hecho en el examen. Me di cuenta de que había conexiones mucho más complejas dentro del concepto que de las que podría haber en su aplicación práctica. La inmanencia y el devenir me habían pegado y no estaba dispuesto a renunciar sin pelear, así que formulando un sistema de redes, logré en mi cabeza (con lo que podía recordar) una red de interconexiones complicadísima y así es como aprendí el valor de la imprevisibilidad de lo complejo. No siempre lo fácil es tan fácil, pero también lo complejo no siempre se sostiene en bases profundas. Así que hay que tener cuidado, cuidado no solo en los casos como el del ejemplo, en donde nos enfrentamos a un problema teórico, sino en los problemas de la vida. Siempre hay soluciones, pero a veces no están tan "al alcance de la mano" como pensamos o nos dicen.
No siempre basta con UNA VUELTA Y LISTO...